Inspirados en la figura de nuestro mentor, el insigne médico de los pobres, el Dr. Antonio Rendic, declaramos formar hombres y mujeres de bien, comprometidos con los valores de la solidaridad, el emprendimiento, el respeto, la probidad y la responsabilidad.

Declaramos formar líderes en un mundo vertiginoso y cambiante, en armonía con su esencia y existencia, protagonistas de su propia educación, portadores de valores éticos, morales y espirituales, enraizados en el pensamiento humanista y en el sentido cristiano de trascendencia. 

En el colegio deseamos formar hombres solidarios, comprometidos con los más necesitados, capaces de internalizar el valor de la solidaridad como un medio que les permite alcanzar el desarrollo social y valórico que el colegio busca. 

Buscamos desarrollar la probidad y la responsabilidad, porque entendemos al estudiante como un ser capaz de anteponer intereses sociales y altruistas a mezquindades personales.

Queremos formar jóvenes emprendedores, capaces de imaginar oportunidades, donde los demás advierten dificultades. 

En síntesis, si logramos plasmar este ser social, habremos hecho viva nuestra visión: “Ser una real opción de educación de calidad total y de vida, inspirada en los valores del humanismo cristiano”.